Narco-Cultura

En el norte de México, donde el llamado narco-corrido se convirtió en moda musical de los años 70, veinte años después ocupo los primeros lugares de ventas disqueras en los principales estados que conforman la franja fronteriza con los estados unidos. Testimonio de ello se refleja en el comentario de un integrante del grupo musical Los tigres del norte quien reconoció que los narco-corridos día con día cobraban mas seguidores: ``a la gente le gusta oír las aventuras de los narcos y una buena manera de contarlas es con los corridos, con las rimas, la música del acordeón y hasta bailan por su ritmo ´´ agrego: ``por otro lado, a los narcos les gusta estas canciones porque luego quedan como Héroes y son presumidos entre ellos ´´ (Pág. 68)


Apartir de la ola de violencia que se ah venido viviendo en el país, en chihuahua se ah incrementado el numero de seguidores los cuales son principalmente jóvenes entre 15 y 20 años los cuales no solo escuchan sino en ocasiones sienten que fueran ellos mismos de quien se habla en el narco-corrido, incitándolos en ocasiones a unirse a algún grupo delictivo o simplemente cometer actos violentos o sentir algún poder.

Así, al mito del narcotraficante se le puede identificar en el imaginario popular como una especie de ``bandolero social ´´. En este genero musical, el narcotraficante figura como un personaje que encarna las esperanzas y los sueños, pero también las tragedias de un determinado segmento social de los excluidos. (Pág. 68).

En lo religioso, en el caso mexicano los narcotraficantes se ven reflejados en el culto a Jesús Malverde, personaje que de acuerdo con la tradición oral fue ahorcado por las autoridades del régimen porfirista en el estado de Sinaloa, y como un ejemplo para evitar el bandolerismo se prohibió enterrar su cadáver.
Se cuenta que Jesús malverde fue una especie de robin hood de su época pues robaba a gente con buena solvencia económica, gente que no podría sufrir algún cambio con un pequeño robo, para así pasar a repartir su botín entre gente pobre.
Se dice que Malverde podría no ser el apellido de este bandido y que se le apodo así por su manera de actuar a la hora de hurtar o robar, pues operaba asaltando principalmente camiones de carga ocultándose a los costados de carreteras o brechas donde existieran árboles o regiones verdes para así utilizar ramas u otro tipo de flora para crear un traje estilo camuflajeado color verde, esperando a sus victimas y cuando estaban cerca este salía a la carretera con su camuflaje y armado con pistola o escopeta para cometer el robo. De hay el Mal por malo y verde por su modo de operar con camuflaje, aunque algunos aseguran hay registros de que si era ese su apellido.

Desde su muerte en el imaginario popular comenzó a hablarse de los milagros de Malverde hasta que en la década de los 60 encontraron en el, un culto a su identidad de ``bandoleros sociales ´´.
Malverde contribuyo para que los narcotraficantes con sus obras sociales se convirtieran en héroes populares, pero también en personajes de rápido e inédito ascenso social. (Pág. 69).
Malverde es para los narcotraficantes un ``santo ´´ al cual ya se menciono la mayoría le rinden culto u ofrendas esperando a cambio, ayuda en sus negocios.
Pero Malverde no es el único icono religioso para narcotraficantes mexicanos ya que también algunos son devotos de la iglesia católica, y en la actualidad una gran mayoría ah reemplazado a los 2 anteriores por el culto a la santa muerte la cual dicen es más confiable.

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